Ingeniería de Cimentaciones

Los cimientos son los elementos que transmiten la carga de la estructura al terreno con deformaciones tolerables, garantizando la seguridad frente a la rotura o hundimiento así como su resistencia como elemento estructural.
Las cimentaciones superficiales o cimentación directa son aquellas en las que su plano de apoyo tiene dimensiones más grandes que su canto o diámetro vertical. Principalmente son las zapatas (aisladas o corridas) y las losas. Si el terreno apto para cimentar se encuentra entre 3 y 6m se puede realizar una cimentación semiprofunda o pozos.

Las cimentaciones profundas son elementos de cimentación de gran longitud, comparada con su sección transversal o diámetro. Son los pilotes, ya sean de hinca o perforados, los micropilotes y las “barretas” o elementos portantes de muros pantalla.
La solución tradicional es la de cimentación por zapatas que exige un terreno de resistencias medias-altas sin intercalaciones blandas en la zona de influencia de la cimentación. Para edificios ligeros y muros de carga las zapatas corridas son una solución frecuente.
La losa es una solución frecuente si las cargas son importantes y el terreno tiene una capacidad portante media a baja. Se suele utilizar cuando el área a ocupar por zapatas es superior al 50% o se quieren reducir los asientos en terrenos heterogéneos.
La cimentación profunda está indicada cuando no existe firme alcanzable con zapatas o pozos, unos 5m, se quieren del edificio, las cargas son muy grandes y concentradas, el nivel freático junto con la permeabilidad u otras condiciones del terreno impiden la cimentación superficial o cuando se quiere evitar la incidencia en cimentaciones adyacentes.