Estabilidad de Laderas y Taludes

Los movimientos de ladera se pueden clasificar por el tipo de material y por el tipo de movimiento principalmente. Según el tipo de movimiento podemos hablar de desprendimiento, deslizamiento, vuelco, flujo o extensión lateral.

Es muy importante el estudio de las inestabilidades para obtener la mayor información posible ya sea topográfica, geológica, geotécnica, hidrogeológica o histórica, lo que nos va a permitir prevenir o diagnosticar problemas de inestabilidad en taludes o laderas y así actuar en consecuencia.

Hay factores que controlan la inestabilidad de los taludes y las laderas modificando las fuerzas internas y externas. Los que controlan las fuerzas internas son los factores condicionantes y dependen de la naturaleza, estructura y forma del terreno (litología, propiedades geomecánicas…). Los factores desencadenantes son los factores externos como el agua, las cargas, cambios morfológicos…, que pueden desencadenar la inestabilidad.

En el análisis de la estabilidad de laderas o taludes se pueden utilizar varios métodos siendo los determinísticos los más utilizados. Con estos métodos se puede llegar a determinar el factor de seguridad de un talud o una ladera conocido su estado y los parámetros físicos que gobiernan el comportamiento del material que lo conforman. Estos métodos pueden ser de equilibrio límite o tenso-deformacionales.

En las normativas actuales se plantea la necesidad de un estudio de la estabilidad global de las estructuras, ya que se pueden producir fallos globales sin que se produzcan fallos locales, afectando a la cimentación de la estructura, ya sea superficial o profunda.

Se deben adoptar medidas correctoras cuando existan roturas o deformaciones en taludes o laderas que impliquen riesgo o cuando se necesiten excavar taludes con ángulos superiores al soportando por el terreno, es decir, con factores de seguridad inferiores a los deseados.

Para aumentar el factor de seguridad se pueden incrementar las fuerzas estabilizadoras, disminuyendo las desestabilizadoras o ambas.

Los sistemas de corrección en taludes o laderas más comunes son:

-Modificación de la geometría: disminución de la pendiente, cambios en cabecera o pie, bermas…
-Drenaje: pozos, drenes californianos…
-Elementos estructurales: que aumentan la resistencia del terreno en la superficie de rotura o aumentando las fuerzas tangenciales de rozamiento en la superficie de rotura. Son las pantallas de pilotes, micropilotes, anclajes, bulones…
-Medidas de protección superficial: como el gunitado, mallas y redes o barreras estáticas y dinámicas.
-Muros y elementos de contención: muros de hormigón, muros de gaviones, muros de escolleras…